Son muchos los factores que intervienen en la creación de un espacio educativo holístico: aprendizaje, estética, confort, cultura, pero también las relaciones o sensaciones que se generan… Desde nuestro plan de Innovación Made in Blecua trabajamos en la creación de ambientes de aprendizaje, y entendemos que el espacio es el tercer educador, como bien puede observarse en las hermosas transformaciones realizadas por estudiantes y profesores de EPV a través de la línea Repensando Espacios.

Además, este curso, hemos querido apoderarnos del espacio invisible y por ello hemos trazado un recorrido musical para que nos acompañara durante nuestra jornada. El objetivo es conseguir un paisaje sonoro que nos ayude a concentrarnos, a templar nuestras emociones, a transfomar las prisas en pausas, a relajarnos o a activarnos, a  prepararnos para el esfuerzo, a mejorar nuestro estado de ánimo y claro… a ampliar nuestros horizontes musicales.

Haciendo un guiño a la tesis doctoral de Santiago Auserón “Música en los fundamentos del Logos”, donde expone cómo las prácticas musicales fueron el medio de transmisión de la educación en la Grecia Antigua, nos hemos propuesto que nuestro hilo musical también nos ayude a consolidar un ambiente propicio para el desarrollo del aprendizaje.  Y así, dependiendo del momento de la jornada utilizaremos la capacidad transformadora de la música para favorecer la atención, la relajación, la concentración, para conseguir un nivel de activación óptimo o usarla como recompensa para generar felicidad.